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La RedGra (Red Granadina por el Refugio y la Acogida), Antirracismo Granada, Amigos de Marruecos y COMUGRA (Comunidad Musulmana de Granada) convocaron el miércoles 23 de julio una concentración contra el racismo y la violencia sufrida en Torre Pacheco.
En este acto estas organizaciones defensoras por los derechos de las personas migrantes, quieren expresar su más rotundo rechazo de los acontecimientos violentos que se han producido en el pueblo de Torre Pacheco (Murcia).
Estas entidades consideran intolerable la agresión a un vecino de la localidad e igualmente inaceptable la ola de enfrentamientos racistas que se han producido después. La agresión a un vecino mayor, inadmisible pero puntual, que perfectamente podría haber pasado desapercibido mediáticamente, ha sido aprovechado por grupos de extrema derecha para extender la brutalidad y el odio a las calles.
Una convocatoria realizada a través de las redes sociales por grupos racistas ha provocado que una muchedumbre venida de fuera del pueblo sembrara el terror en sus calles. Gente ajena a la localidad ha patrullado las calles con capuchas y palos, coreando consignas racistas, destrozando pequeños negocios en el barrio de San Antonio, corazón de la comunidad marroquí, y alentaron a la “caza del inmigrantes. Una oleada de bulos racistas ha buscado poner en el punto de mira a la población magrebí, criminalizando indiscriminadamente a toda la comunidad.
La condena social de esta comunidad se ha completado cuando los medios de comunicación de forma alarmista y tendenciosa han comprado este discurso sin pudor. La consecuencia ha sido que, personas migrantes que no tienen que ver con los casos de violencia, han sido perseguidas y agredidas, sufriendo el destrozo de sus negocios.
En esta espiral de violencia y reproches, la deplorable situación de los trabajadores migrantes de la región queda sepultada. Más de veinte mil trabajadores y trabajadoras migrantes dedicados a la agricultura en la comarca de Cartagena, muchas veces utilizados como mano de obra barata, son los responsable del notable desarrollo económico de la zona.
Reclamar medidas de seguridad para que las familias amenazadas sean protegidas. Que las autoridades del Estado persigan la incitación a los delitos de odio. Y, sobre todo, -porque es la esencia de la entidades convocantes- la urgencia de difundir mensajes públicos claros y rotundos que frenen los rumores y desmonten los bulos que alimentan el racismo y la violencia, implicando en ellos a medios de comunicación, redes sociales e instituciones.
Granada cuenta con una acreditada experiencia a lo largo de su historia de convivencia intercultural. La RedGra, Antirracismo Granada, Amigos de Marruecos y COMUGRA están convencidas de que el diálogo y respeto son la mejor vacuna contra el racismo y la xenofobia y son las mejores herramientas para generar convivencia y confianza.
COMUNICADO CONCENTRACIÓN ANTIRRACISTA 23/07/25
Las organizaciones y personas que hemos convocado esta
concentración queremos dejar claros los motivos que nos han llevado a hacerlo.
En las últimas semanas hemos podido observar con dolor y
rabia como se instrumentalizaba un acto tan condenable como la brutal paliza
que sufrió una persona mayor en la localidad murciana de Torre Pacheco, para
desatar una oleada de violencia racista y xenófoba por redes y en las calles
contra personas españolas que han sido discriminadas por su religión o su
aspecto físico y contra la comunidad migrante, principalmente de origen
magrebí, que residen y trabajan allí desde hace años.
No nos ha pasado desapercibido que este intento por prender
la mecha de la violencia ha coincidido con la petición de Vox de expulsar de
España a ocho millones de personas migrantes, incluyendo a sus hijos e hijas
españolas. Como ha señalado la organización Acción Contra el Odio, la oleada de
violencia racista que sufrió la localidad murciana de Torre Pacheco ha sido el
fruto de una operación coordinada de desinformación e incitación al odio
xenófobo por parte de una maquinaria promovida y organizada por la extrema
derecha política y mediática.
Torre Pacheco es tan solo la última expresión del
funcionamiento de una red organizada y coordinada de desinformación que fabrica
y amplifica bulos con el objetivo de estigmatizar, criminalizar y promover el
odio y las agresiones contra las personas migrantes. Una fábrica de odio
blanqueada, impulsada y financiada por partidos y organizaciones de derecha y
ultraderecha, con vínculos y recursos a nivel global.
Decimos estas palabras a escasos cien metros de la sede local
en Granada de VOX, una de las organizaciones que más han promovido y promueven
el odio, el señalamiento y la violencia contra la población migrante. Pero
también queremos recordar que lo que hemos vivido en estas semanas no es algo
nuevo ni tampoco lejano. Sucedió hace décadas en Torredonjimeno, Martos y
Mancha Real y no hace tanto tiempo en Peal de Becerro o en Íllora contra la
población gitana local. Lo vimos hace veinticinco años en El Ejido contra la
población magrebí local. Episodios todos de violencia racista y de
criminalización colectiva que forman parte dela historia de racismo colonial que impregna
nuestra sociedad, de la profunda huella que los diversos intentos de limpiezas
étnicas han tenido lugar aquí, algo que en Granada no debemos olvidar nunca, para
destruirnos como sociedades diversas, para negar y romper nuestra convivencia.
No queremos negar la complejidad de muchas cuestiones que se
nos escapan, que no funcionan en este mundo tal y como van las cosas, pero sí
tenemos algo claro: la inmigración forma parte de las raíces de la sociedad. Es
algo irreversible. Europa, España y Andalucía nunca serán solamente blancas y
cristianas porque nunca lo fueron. Eso es mentira y mucho más en la Europa
mediterránea. Las personas que vienen, en su inmensa mayoría, mejoran de forma
decisiva nuestra sociedad en la medida en que la transforman y la enriquecen.
Creemos en la mezcla, en la apertura, el contagio y el encuentro, pero también
queremos recordar las palabras de Nabil Pacheco, presidente de la comunidad
musulmana de Torre Pacheco cuando dice que “Nos sentimos olvidados. Nadie
cuenta con nosotros. A veces, tengo la sensación de que sólo existimos para
ellos cuando necesitan trabajadores. Somos un poco esclavos. Trabajas, vuelves
a tu casa y punto”.
Ahora que aparentemente se han calmado las cosas, es el
momento de seguir recordando el racismo estructural que hizo posible lo que
pasó en El Ejido, en el Tarajal, en la valla de Melilla… y que hace posible
algo que nos preocupa profundamente: el crecimiento de las ultraderechas y el
arraigo profundo que sus discursos puedan tener en nuestra sociedad.
Frente a la explotación y exclusión que viven muchas de las
personas migrantes que viven y trabajan en España, es necesario recordar
nuevamente que no queremos que las personas que vienen de otros lugares deban
de ser aceptadas en esta sociedad capitalista porque son económicamente
rentables. Las personas migrantes están y pueden estar en España por el simple
hecho de ser personas y sujetos titulares de derechos y libertades.
Es sobre la base de la construcción de una sociedad basada en
la justicia y en la acogida a las personas que han llegado para quedarse como
mejor podemos evitar que sucesos como el de Torre Pacheco vuelvan a suceder.
Aportación de COMUGRA
Recordamos que la Constitución española garantiza la
dignidad, la igualdad y la libertad de conciencia y religión de todas las
personas que residen en su territorio, independientemente de su origen, fe o
situación administrativa.
La discriminación racial y los discursos de odio constituyen
delitos graves que deben ser perseguidos legalmente. La integración de las
personas migrantes no debe fundamentarse exclusivamente en su rentabilidad
económica y no podemos aceptar que se tolere su explotación en condiciones
ilegales o inhumanas. La dignidad humana debe ser el centro de cualquier
política de convivencia.
Exigimos a las autoridades competentes, tanto locales como
estatales:
·
La
condena pública y clara de todos los discursos de odio y racismo;
·
La
aprobación o aplicación efectiva de leyes que sancionen la incitación al odio
racial; La implementación de programas educativos y campañas mediáticas que
promuevan la convivencia y el respeto;
· La ampliación de las políticas de inclusión real para la participación social de las personas migrantes; y La creación de mecanismos legales que protejan eficazmente a las víctimas del racismo y faciliten su acceso a la justicia.
Nuestra solidaridad no se limita a la comunidad migrante
magrebí, sino que se extiende a todas las personas y colectivos que sufren
discriminación racial y exclusión, incluyendo a personas gitanas, negras,
musulmanas, refugiadas y otras minorías marginadas.
La España del mañana no puede construirse sobre la exclusión
ni el miedo al otro, sino sobre la base del reconocimiento mutuo, la justicia
social y el respeto a la diversidad que enriquece nuestro país.
Video Inés Barrio
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